Planteado como un relato didáctico dedicado a sus sobrinas, Adams parte de la realidad arquitectónica para viajar a través del tiempo hasta el corazón del pensamiento medieval y del arte gótico, verdadero crisol de la cultura europea.
El propio autor nos explica: «Quise mostrar la intensidad de la energía vital de una época concreta, y por supuesto esta intensidad tenía que expresarse a través de sus máximos exponentes, la religión y el arte.» Mont Saint Michel y Chartres es el resultado de un viaje reflexivo por la imaginación medieval a través del tiempo y del espacio. Partiendo de la arquitectura, la escultura y los vitrales policromados de los dos conocidos monumentos, Adams da vida a lo que otros ven como meras obras de una civilización pasada.
«Con una prosa evocadora y sensible, Adams pasa de la arquitectura, la escultura y los vitrales de Chartres a la religión, la literatura, la política, el orden social y las cruzadas de los siglos XI a XIII. Adams traduce la poesía del amor cortés y relata el drama de Leonor de Aquitania y el amor eterno de Abelardo y Eloísa. Su narrativa se eleva al final hasta el brillantemente recreado drama de la victoria de Tomás de Aquino sobre sus filósofos rivales.» --Ernest Samuels