Todas las cosas tienen su nombre; todas las cosas, por lo tanto, han de ser nombradas. La búsqueda de la palabra justa que dará pie a una nueva marca, o la creación de un nombre, son momentos trascendentales que determinarán el destino de un producto, de un servicio o de un proyecto durante mucho tiempo. Una necesidad, la de dar nombre, tan antigua como la humanidad y que Fernando Beltrán ha transformado en su oficio: el de nombrador.
Amena, OpenCor, Gareus, P4R, MuXXIc, Faunia, Solaz, Xantiamén, son algunos de los nombres creados por Fernando Beltrán en una trayectoria que nace de su amor por las palabras. El nombre de las cosas nos introduce en la particular historia de este oficio de nombrador y en el proceso para la creación de unos nombres que han conseguido permanecer en el tiempo, generación tras generación.