ELENA DESSERICH soñaba con ser profesora. Aunque su vida fue demasiado breve como para llegar a ver cumplido su sueño, nos dejó una profunda lección. Con una sabiduría poco común para su edad, Elena nunca dejó de enseñarles a quienes la rodeaban a disfrutar el milagro de la vida cotidiana. Esta niña inocente de seis años luchaba contra una extraña forma de cáncer cerebral.
A través del diario personal que escribió Elena para que su hermana menor la recordara, el matrimonio Brooke y Keith Desserich comparte sus experiencias, en un momento de su vida en que se debatían entre luchar a toda costa contra el cáncer de Elena y comprender que el resultado sería inevitable. En cada una de las páginas de este diario, se recuerda a todos los padres la importancia de apreciar y saborear cada momento que pasan con sus hijos.
Desde el momento en que se emitió su diagnóstico, Elena hizo realidad una serie de deseos, grandes y pequeños, concebidos por ella misma: desde montar en un coche tirado por caballos hasta pintar una obra de arte y exponerla en un museo. Su vida motivó la creación de una fundación que ayuda a niños de todo el mundo en su lucha contra el cáncer.
En las páginas de este libro se incluyen los mensajes privados que Elena les escribía a sus padres y que escondía en todas partes de la casa, sabiendo que ellos los encontrarían después de su partida. Esas notas nos enseñan que, en los momentos más oscuros de la vida, es posible encontrar esperanza y aliento a través de un amor desinteresado.