Hacia el mar Egeo es un relato personal de los cuatro años que Geoffrey Kirk pasó en su
juventud en la Marina Real, entre 1941 y 1945; primero como marinero a bordo del HMS Hurricane, un
barco escolta, en el Atlántico Norte, después como teniente primero en un cañonero de las Fuerzas Costeras, y por
último como miembro de la flotilla Levant Schooner. Esta exótica organización permitió al autor
navegar en caiques griegos, a seis nudos y medio, desde las bahías de la neutral Turquía hasta las profundidades del
ocupado Egeo. El último año, aproximadamente, fue una especie de sueño cumplido, un sueño que para él había comenzado
con el maravilloso Kindergarten Latin y que le llevó, por medio del estudio de los clásicos en la escuela y en
Cambridge, al mar de color del vino, el mar de Homero, y a una vida consagrada desde entonces a Grecia, tanto la
antigua como la moderna. Algo de esto narra Geoffrey Kirk en los dos primeros capítulos y también en el último; todo
está, al fin y al cabo, conectado.