Como biólogo darwinista, Gould libró una guerra sin cuartel contra quienes simplifican excesivamente la
teoría de la evolución. A menudo insistió en que comprender cómo funciona un organismo hoy no necesariamente explica
por qué evolucionó de un determinado modo. Y cuando el organismo en cuestión es el ser humano, Gould admitió de buen
grado que más valía recurrir a Lamarck que a Darwin, pues los humanos transmitimos los rasgos culturales directamente a
nuestra descendencia. En esta antología de críticas publicadas originalmente en New York Review of Books, el célebre
autor de Desde Darwin se ocupa de asuntos como la sociobiología y las teorías raciales de Arthur Jensen, y de autores
como Jeremy Rifkin, conocido detractor del darwinismo y de la ingeniería genética, o Barbara McClintock, precursora de
la genética molecular, a quien la ciencia oficial desdeñó en buena medida por el simple hecho de ser mujer.