Este libro trata sobre el tabaco, sus orígenes y su evolución, tan ligada al progreso de nuestra civilización. Convertido hoy en chivo expiatorio, víctima de la intolerancia gubernamental, el tabaco fue una hierba sagrada para comunicarse con los espíritus y, entre nosotros, valiosa medicina y apreciado estimulante. Los grandes hombres que han puesto los cimientos de nuestra cultura, de Newton a Einstein, pasando por Voltaire, Napoleón, Marx o Freud, científicos, pensadores, literatos, periodistas y políticos han sido todos entusiastas consumidores de tabaco. En el siglo XX, el cine y la publicidad inculcaron una nueva forma de fumar: los cigarrillos que hacían elegante, refinado y sobre todo moderno, reflejo de un tiempo en que las chimeneas eran símbolo del progreso y los tubos de escape del éxito profesional.Pero lo que en su origen se fumaba en estado de relajación genera hoy una ansiedad que sólo puede calmarse con otro cigarrillo; la hierba que ardía en la pipa de la paz ha contribuido a una sociedad estresada y belicosa; el cigarrillo al que recurren los adolescentes para emanciparse acaba esclavizando, cuando se quiere dejar, con la sensación de ser una marioneta sin voluntad. Por ello, pocas experiencias son tan gratificantes como dejar de fumar: es el último placer que reserva el tabaco al fumador. Las páginas de este libro suministran los elementos de juicio sobre los que se basa la decisión definitiva. No se trata de convencer a nadie, sino de mostrar el camino que hace fácil y placentero este paso ineludible.