Trastornos digestivos, catarros y afecciones respiratorias, dolores de cabeza y musculares, inflamaciones,
infecciones, trastornos ginecológicos, problemas dermatológicos y una gran diversidad de dolencias relacionadas con los
nervios pueden encontrar en las plantas una vía amable y a la vez eficaz de disminuir e incluso disipar sus efectos.