Stéphane Hessel, cuyo alegato contra la indiferencia ha contribuido a desperezar las conciencias de miles y miles de indignados, proclama ahora la necesidad de comprometerse, desde la exigencia ética individual y con rechazo explícito a toda violencia. A través de una vibrante conversación con Gilles Vanderpooten, desde los casi setenta años que los separan, Hessel propone medios a los jóvenes para la acción contra las injusticias, los abusos del poder del dinero y el atropello de los derechos humanos, y apela, por encima de todo, a evitar la tentación del derrotismo. «Resistir —afirma Hessel— no supone simplemente reflexionar o describir. Es necesario emprender una acción.» No cabe otra alternativa que comprometerse y actuar, siguiendo el ejemplo vivo, apasionante y tenaz de Stéphane Hessel, una de las figuras que mejor ha conectado con las inquietudes de esta segunda década del siglo XXI.