«¿Se puede conocer un período histórico a través de los crímenes que lo conmocionaron? Hay una historia oficial, formada de fechas solemnes y nombres destacados, grandes decisiones políticas y trascendentales cambios económicos. Pero también hay una intrahistoria que palpita en la trastienda social, en la forma como se gestionan la ley y el orden, en las biografías de los individuos que deciden o se ven abocados a la criminalidad, en la vida de sus víctimas, en la manera en que el poder protege a estos y persigue y castiga a aquellos, y en el modo en que la sociedad percibe y juzga a unos y otros más allá o más acá de los tribunales. La criminalidad en una época determinada parece el espejo invertido de la sociedad de ese tiempo» (José Catalán Deus).