Educar sin maltratar es un arte que pocos padres consiguen. Como ocurre con otras artes, no es que muy difícil o reservado para privilegiados, sencillamente hay que aprenderlo.
Cuando se habla de maltrato, no sólo nos referimos a la violnecia física, sino también a la psicología que de una forma consciente o inconsciente se aplica sistemáticamente a los hijos.
Generalmente el comportamiento de los hijos y sus desajustes, vienen a ser el resultado o consecuencia de la educación que han recibido. Los padres a menudo se sorprenden negativamente de las reacciones de los hijos y se sienten culpables: ¿en que estamos fallando?, es la pregunta habitual.
Este libro trata de dar una visión amplia y eficiente de cómo educar a los hijos, convirtiendo esta aventura en una experiéncia apasionante, enriquecedora y altamente satisfactoria.