En 1826 se publicó en Londres una obra con el sensacionalista título de Noticias secretas de América que reproducía un manuscrito de 1749 en que Jorge Juan y Antonio de Ulloa, dos marinos que habían participado en la expedición científica para medir el grado del meridiano terrestre, denunciaban una serie de vicios de la administración colonial. Lo que no era más que un diagnóstico de unos problemas concretos, en una época y un lugar determinados, se utilizó para difundir una visión errónea de las causas de la ruina del imperio, que no eran la “cruel opresión y extorsiones de corregidores y curas”, sino otras de mayor complejidad. Tomando en cuenta las intenciones con que fueron escritas, las Noticias secretas se nos aparecen hoy como un documento interno de crítica de los males del colonialismo de una sinceridad y una lucidez que no encontraríamos en ninguna otra tradición imperial. Lejos de considerarlas como una contribución a la “leyenda negra”, deben verse como una muestra del mejor reformismo ilustrado de su tiempo.