Todo aprendizaje, toda enseñanza, de hecho toda actividad social, tiene lugar en el marco de una determinada identidad. Nuestra identidad filtra la información que llega hasta nosotros, modela el modo en que interpretamos la realidad y selecciona buena parte de los recursos de acción que ponemos en marcha para enfrentar los problemas y conflictos que nos propone el mundo. Esta constatación justifica una obra dedicada al estudio de las relaciones que se producen entre Identidad y Psicología de la Educación, es decir entre identidad y la parcela de la psicología que se interesa por analizar y optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje. La obra da respuesta a tres objetivos fundamentales: en primer lugar, analiza la naturaleza o materia de que está hecha la identidad y sus modalidades de expresión en contextos educativos; en segundo lugar, estudia sus mecanismos de construcción, cambio y desarrollo tanto en entornos educativos presenciales como virtuales; y, en tercer lugar, presenta las alternativas metodológicas que permiten acceder y, en su caso, intervenir sobre la identidad. Aunque el libro presenta un mosaico diverso de marcos teóricos, enfoques metodológicos, variables consideradas y sujetos estudiados, sin embargo mantiene en todo momento su esencia, aquello que le da unidad y consistencia: el estudio de la identidad en contextos socio-educativos.