La larga transición del absolutismo al liberalismo en el siglo XIX, iniciada durante la Guerra de la Independencia y caracterizada por los enfrentamientos civiles, se saldó con el triunfo de este último por la fuerza de las armas. La consolidación del nuevo régimen, sin embargo, se caracterizó por la inestabilidad gubernamental y el constante recurso a pronunciamientos militares y revueltas populares –como métodos para el cambio político– que culminaron en el Sexenio Revolucionario (1868-1874) el cual, si bien fracasó, sentó las bases de las ideas democráticas y las reformas sociales que triunfarían un siglo más tarde. Con la restauración borbónica se abrió en 1875 un periodo de estabilidad y compromiso entre las tendencias monárquicas y las liberales que perduró hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera. Un sistema político tan duradero, sin embargo, sólo permitió una evolución económica y cultural lenta, y no supuso tampoco un avance real hacia la democracia. la Restauración llevaba implícito, pues, el germen de su propia crisis que acabaría desembocando en un régimen autoritario. La presente obra tiene como objetivo ofrecer al estudiante y al lector interesado un completo y actualizado manual en el que profundizar en la historia contemporánea de España, desde el final del Antiguo Régimen hasta la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, en los años veinte del pasado siglo.