La movilización escolar tiene como características específicas su discontinuidad y fragmentación, un ámbito de actuación restringido, el carácter estacional de las actividades académicas, los límites temporales de la vida escolar o la diversidad de intereses que confluyen en la comunidad universitaria. Esto ha hecho que la capacidad de transformación política de la movilización escolar haya resultado muy relativa, y dependa en buena parte de la convergencia estratégica con los intereses de otros colectivos integrados en la comunidad académica y con los que nutren las acciones de protesta de otros movimientos sociales y políticos.
Este libro propone un recorrido histórico por siglo y medio de contestación escolar en España, desde los alborotos de la «Noche de San Daniel» de 1865 hasta la actual movilización contra el marco europeo de educación superior diseñado en Bolonia en 1999. El autor propone un conjunto de tipos ideales de movilización estudiantil que incluyen la algarada, la autodefensa corporativa, la reivindicación profesional, la competición política faccional o la sindicación más o menos oficializada y burocratizada. Y trata de comprobar cómo este tipo de actuaciones han ido surgiendo y evolucionando en paralelo a los cambios políticos, sociales y culturales que han ido afectando a las instituciones educativas en la época contemporánea.