La tarea central que ocupa a Vigarello es el estudio del cuerpo y de sus representaciones a través de la historia. Un cuerpo singularizado por su doble condición de soporte de individualidad y portador de experiencias sociales, en el que influyen y se hacen visibles las normas culturales y que cambia con ellas.«La historia de la gordura es, en primer lugar, la historia de una condena y de sus transformaciones, determinadas por dimensiones culturales y prejuicios sociales. Pero también es la historia de las dificultades concretas del obeso: una desgracia que indudablemente agrava la imposición de nuevas normas y la creciente atención al sufrimiento psicológico. Y, por último, es la historia de un cuerpo cuya diferencia rechaza la sociedad pero que la voluntad no siempre es capaz de modificar» (Georges Vigarello).