Un día de 1986, Sergi Centelles estaba buscando documentos familiares cuando encontró dos libretas en el escritorio de su padre, muerto el año anterior. Sólo pudo leer las dos primeras páginas. Tuvieron que pasar algunos años hasta que se enfrentó de nuevo a la lectura de aquellos cuadernos encabezados por la frase «A mi hijo Sergi y a los que puedan venir posteriormente»...Enero, 1939. Ante el avance las tropas franquistas, miles de republicanos emprenden el camino del exilio. Uno de ellos, cargado con varias cámaras y una maleta llena de negativos, es el genial fotoperiodista Agustí Centelles (1909-1985). El 5 de febrero, Centelles cruza la frontera de Francia y es detenido. Conducido al campo de Argelès sur Mer, pasó en marzo al campo de concentración de Bram hasta septiembre de 1939. Consciente de la importancia histórica y humana de su experiencia, el gran fotógrafo y periodista -comparable a los legendarios Capa, Seymour o Taro- plasmó esta trágica aventura en un diario íntimo donde narró la vida cotidiana de su internamiento, las noticias que recibía del final de la Guerra Civil y los temores por el destino de amigos y familiares atrapados en la nueva y terrible España del victorioso Franco.Diario de un fotógrafo es un documento inédito, imprescindible, un testimonio humano esencial que permite contemplar el final de la guerra desde la óptica de un fotoperiodista, un hombre que, gracias a sus magníficas instantáneas nos ha permitido sentir la guerra de un modo diferente.