Desde la Antigüedad, la cocina liobanesa fue enriqueciéndose con multitud de platos de sabores sutiles y generosos. Mezés, fatush y mutabals, kibés y verduras rellenas, platos de fiesta y dulces: la gastronomía libanesa, cocina del sol y del corazón, hecha de exquisistez y elegancia, es la expresión de todo un arte de vivir.
Este patrimonio culinario, revisado, es el que nos brindan Andrée Maalouf y Karim Haïdar mediante un centenar de recetas: sopa de lentejas coral con tomate, ensalada de pulpo con cilantro, cordero con arroz y cinco especias, queso halum a la sartén con dulce de membrillo, kibé de calabaza, peras al arak y helado de rosa.
Cuando la destreza de una entusiasta se topa con la creatividad y el talento de un chef joven, el resultado es una cocina actual, cordialísima e inventiva, heredera de la gran tradición libanesa.