¡Son pequeños, enérgicos, nutritivos y deliciosos!
Frescos, secos, transformados en harina, pastas, panes, aceites y bebidas, cereales, legumbres y semillas, nos pueden alimentar de forma equilibrada, saludable y completa. Fáciles de encontrar y conservar, presentes durante todo el año, son fáciles de preparar y juntos representan un recurso inagotable para una serie casi infinita de platos, desde aperitivos hasta primeros platos, desde platos principales hasta postres y aperitivos.