Unos no los vivieron y otros los han olvidado. Pero
hubo un tiempo en el que, para los chicos, el año
tenía dos estaciones: cole y veraneo. Fabulosos veraneos
en los que cambiábamos de casa, de amigos y de hábitos
de vida. Veraneos de los años 60 y 70 con su iconografía,
que iba del Seiscientos al Balón de Nivea, y su fauna
humana: los rodríguez, los forzudos de playa, las «suecas»
o el macho ibérico. Un universo veraniego que se esfumó
entre fi nales de los 70 y comienzos de los 80.
Abramos el grifo de los recuerdos para los que no los
vivieron y para los que habían olvidado. Demos un paseo
por aquellos veranos de playas abarrotadas y Madrid
desierto. De estancias en el pueblo y acampadas junto al
pantano. De cines de verano, pelotas hinchables y
castillos de arena. De seis más el perro en el Seiscientos y
bailongos en los chiringuitos. Abran este libro y
comencemos.