Los seres humanos somos responsables de una extinción masiva de especies que amenaza con destruir la biodiversidad del planeta, y que pone en entredicho nuestra propia supervivencia. Desaparecen los rinocerontes, pero también millones de criaturas microscópicas e imprescindibles para garantizar la salud de todos los ecosistemas. Necesitamos una solución viable y con un alcance equivalente a la magnitud del problema. Edward O. Wilson, el más prestigioso biólogo de nuestro tiempo, nos propone una. Este libro es un ensayo de alcance político que se presenta como un bellísimo canto a la riqueza natural y a la preservación de las tierras salvajes, y en el que el conocimiento científico se hilvana con la experiencia de una vida como naturalista y con la urgencia de la más grave crisis ecológica.