La teoría económica clásica ha considerado el comportamiento irracional como irrelevante en su ámbito de investigación. Sin embargo, la evidencia indica que el ser humano no actúa siempre guiado por criterios racionales, tal como demuestra la psicología económica. Nuestros deseos, valores, miedos, prejuicios o afectos, por ejemplo, influyen claramente en nuestra valoración y juicio de las cosas, así como en nuestra toma de decisiones. Richard Thaler, uno de sus mayores expertos y pionero mundial en este campo, aborda la evolución y los hitos en este ámbito de investigación, desde sus inicios, en los años 70 del siglo XX hasta la actualidad.