En este libro se hace un repaso histórico a los diferentes momentos y contextos intelectuales en que el innatismo se impuso como una idea con incuestionable capacidad explicativa. También se somete a un severo análisis crítico, en un momento en que la (Psico)Biología contemporánea ya no invita a asentir a la idea de que algo pueda escapar a una historia de desarrollo. Esta dimensión crítica del libro se completa con algunas propuestas, de carácter más constructivo, sobre cómo sobrellevar este naufragio del innatismo, basadas en el principio genérico de que, aunque la aportación del ambiente y el acceso sensorial a él puedan ser efectivamente pobres, el desarrollo es sin embargo rico en recursos y mecanismos capaces de dar cuenta de la complejidad de lo orgánico, incluyendo las capacitaciones cognitivas típicas de las diferentes especies, sin exclusión de la humana.