Un homenaje a la memoria de un pueblo y de su gente y a la permanencia de ésta. Paisajes, tradiciones, objetos que habitan los espacios y conservan el modo en que el tiempo los fue desgastando, testimonio y testigos. Un libro de imágenes y textos en donde ambos registros dialogan guiados por un mismo objetivo sin la voluntad de ilustrarse el uno al otro. Dentro de las jornadas fotográficas de Albarracín organizadas por el prestigioso fotoperiodista Gervasio Sánchez, se selecciona anualmente a un fotógrafo para que plasme su perspectiva personal y fotográfica sobre esta población. Del mismo modo que ya lo hicieron en su momento destacados fotógrafos como Bernard Plossu y Joan Fontcuberta, con sus obras Albarracín y Albarracín-Santa Inocencia respectivamente, este año ha recibido el encargo el conocido fotógrafo Juan Manuel Castro Prieto. Los cinco relatos que acompañan a las fotografías del autor quieren poner música a sus imágenes desde un topónimo imaginario. Estos personajes habitan en un espacio quimérico llamado Valcorza y narran sus recuerdos.