La fotografía, como manifestación del arte y también como expresión universal de comunicación humana, tiene la capacidad de conectar a las personas a través de la imagen. En todo el mundo se toman millones de fotos por año, ¿por qué sólo una pequeña cantidad logra realmente esa conexión? ¿Por qué son tan escasas las que captan nuestras emociones y movilizan nuestra imaginación? Y no se trata de la técnica; la respuesta no está ni el foco, ni el encuadre, ni el justo uso de la luz. Hoy es casi imposible hacer una mala foto: con los avances tecnológicos, la cámara lo hace casi todo sin equivocarse.
El fotógrafo David duChemin tiene una hipótesis: asegura que la mayoría de esas imágenes carecen de alma. Y sin ella, la foto no llega a tocar nuestra sensibilidad. No conecta con quien la mira, ni siquiera con el propio fotógrafo.
En "El Alma de la cámara", el autor reposiciona el lugar del fotógrafo en la creación de imágenes. Explica qué significa hacer mejores fotos, a partir de ese nuevo lugar. Los conceptos abordados en el libro, ilustrado por una colección excelente de imágenes en blanco y negro, recorren temas como el oficio de la fotografía, su dominio y su disciplina; el público y la visión, hasta llegar a la historia contada en una foto y a su autenticidad. "El Alma de la cámara" es un libro personal y profundamente pragmático que desafía con discreción, pero con firmeza, la idea de que las cámaras, los objetivos y todo el proceso de tomar una foto, sean algo más que herramientas y técnica.
Es el fotógrafo, no la cámara, quien puede y debe aprender a hacer mejores fotografías, capaces de conectar con los otros y de transmitir qué ser humano hay detrás de ellas. "El Alma de la cámara" ayuda a entenderlo.