País que cada día despierta un mayor interés como destino para el viajero español, que ve recompensada su estancia al descubrir unas ciudades donde el tiempo y la historia han dejado su huella: edificios góticos, renacentistas y barrocos. Otras veces es el recuerdo de una guerra, que se llevó por delante millones de vidas y muchas ciudades, un recuerdo que aún estará más presente cuando se visite Varsovia, arrasada en gran parte y donde había un gueto judío del que no se respetó nada.
Si las ciudades seducen con su pasado y su historia, Varsovia, Cracovia, Torun (declaradas Patrimonio de la Humanidad) o Gdansk (industrial y luchadora), sus paisajes no dejarán tampoco indiferentes, de la belleza alpina de los Montes Tatra a las playas del Báltico con las dunas movedizas del Parque Slowinski y la inolvidable Masuria, con sus miles de lagos que invitan no sólo a una visita de paso sino a una estancia más larga para degustar cada uno de sus rincones y navegar por sus lagos.