Hace ahora veintiocho años se publicó por primera vez este libro que venía a ofrecernos una narración distinta de la guerra civil española. Hasta entonces, habíamos dispuesto de memorias personales, testimonios y recuerdos, por un lado, y obras de erudición y ensayos académicos, por otro, que, en su inmensa mayoría, estudiaban el conflicto desde la historia política y militar. El libro de Fraser, que significaba una aproximación al conflicto desde la historia social, nos brindaba el «testimonio colectivo» de quienes participaron en la contienda o la sufrieron en sus carnes. Para el autor, lo que hacía sobresalir a su libro de entre la enorme riqueza bibliográfica a que ha dado lugar la guerra civil española, era su carácter subjetivo, la recreacion de un ambiente, de un clima, de una memoria personal no siempre coincidente con la «verdad» histórica, pero que nos acercaba a la «realidad» del conflicto con una viveza estremecedora. Esa aproximación dotaba al libro de una fuerza y un frescor que se mantienen intactos casi treinta años después, cuando tantos otros libros sobre la guerra civil nos parecen irremediablemente condenados al olvido.