Las primeras fotografías de Francesc Boix son un tesoro de valor incalculable.
Imágenes realizadas durante la Guerra Civil por un jovencísimo soldado aficionado a la fotografía, de tan solo diecisete años, que la historia convertiría en un héroe de guerra, en un testigo clave de los juicios de Núremberg. Instantáneas que ofrecen una visión inusitada de los frentes del Ebro y del Segre, con sencillos retratos de los reclutas y la tropa, y que ya perfilan la profundidad de la mirada de un hombre que conocería el horror y arriesgaría la vida para que quedara constancia de ello. Un fondo fotográfico de relevancia indiscutible adquirido gracias a la pericia activa de la Comisión por la Dignidad y las aportaciones de 47 particulares, la revista Sàpiens y Ara Llibres, y depositado en el Arxiu Nacional de Catalunya para su estudio y divulgación.
Un hallazgo excepcional. Los primeros disparos de Francesc Boix