Entre 1931 y 1936 se produce el mayor número de huelgas laborales, económicas y políticas de la Historia de España, donde las movilizaciones obreras alcanzan en amplitud y profundidad todos los sectores productivos. La afiliación a partidos obreros y a sindicatos -con circulación de prensa y propaganda revolucionaria-, incorpora millones de trabajadores a luchas reivindicativas en un permanente enfrentamiento con la patronal, la Guardia Civil y los diferentes gobiernos republicanos.
En el tratamiento de la teoría de Marx y sus aplicaciones prácticas, ha primado la propaganda sobre el rigor analítico. La práctica totalidad de estudios sobre la actuación de los partidos obreros han sido normalmente realizados para exponer -cuando no justificar- el comportamiento político y los puntos de vista de cada uno de ellos. Existen múltiples y variadas obras sobre la intervención de cada una de estas organizaciones en dichos acontecimientos. Son muchas menos las realizadas sobre una exposición crítica respecto de sus presupuestos ideológicos. Pero no hay ninguna que aborde al mismo tiempo el comportamiento de todas ellas respecto de los mismos planteamientos teóricos y su actuación simultánea.
Para entender los motivos por lo que la Guerra Civil se realiza por medios exclusivamente militares por parte de los partidos obreros mayoritarios, en lugar de utilizar los métodos y objetivos revolucionarios que realizan los trabajadores a través de sus sindicatos desde el 19 de julio, es imprescindible examinar el comportamiento de la clase obrera desde 1931 en paralelo a la evolución e intervención política de las organizaciones marxistas.
No es posible entender ni el estallido de la Guerra Civil ni su evolución y desenlace, sin examinar la actuación del movimiento obrero y sus partidos durante el período republicano anterior.