Pocos tienen la habilidad de convertir la gandulería en un arte y, entre ellos, Homer Simpson, es quien ha llevado este arte a su máxima perfección. Toma ejemplo del Sultán de la Pereza de Springfield y desarrolla ese instinto de holgazanería, de dejar que las cosas pasen a su ritmo, sin agobios, pero, sobre todo, sin que tengas que hacer nada. Aprende a cogerle el tranquillo a ser un auténtico holgazán y a acomodarte en el meollo de la ociosidad.
¡Ser un vago redomado nunca había sido tan divertido!