En primer lugar, se ha tratado de ofrecer una descripción estructural de la lengua china, comenzando por el nombre y sus modificadores; pasando por el verbo y sus rasgos principales, incluyendo adverbios preverbales y complementos posverbales; siguiendo con explicaciones sobre la oración, donde el sujeto y su predicación verbal están definidos por el uso pragmático del orden de las palabras y las partículas de la oración. Finalmente, se centra en los textos, en los cuales se encuentran abreviaciones y otras flexibilidades estructurales, dependiendo del contexto o cotexto.
En segundo lugar, se han tenido en cuenta las necesidades funcionales. De ahí que, siempre que ha sido posible, se haya desarrollado el análisis en forma de unidades de significado, proporcionando un amplio vocabulario práctico para ilustrar el uso de la lengua. En la mayoría de los casos, los ejemplos del libro están seguidos de una traducción literal y una traducción coloquial.