Esta es la historia del viaje físico, pero también sentimental, que emprende el joven Darío a bordo de un
barco huyendo de sí mismo y de una infancia marcada por el abandono de su madre, cuando era un bebé. Ahora que ha
crecido vive en permanente búsqueda de un por qué. Y es también la historia de San Andrés, un pueblo asturiano habitado
por rsonajes como Francisca, la tía de Darío y una pescadera de armas tomar, o Elva, la argentina echadora de cartas o,
incluso, el propio padre de Darío, el farero del lugar, un hombre aferrado al recuerdo que hizo la promesa de no salir
jamás del faro hasta que su amor regresara.