En las revistas de historietas, rumble es el sonido de la tierra vibrando bajo tus pies, cuando caen las rocas por la ladera o está a punto de explotar un volcán, ¡rumble! ¡rumble!, lo escriben en letras rojas con los bordes en zigzag, pero nosotras los usamos para describir esa sensación que te frunce todo adentro del cuerpo y tenés que apretar los labios y mordértelos para que no se te caigan los dientes# Así describe la protagonista de Rumble esa sensación que recorre todas las páginas de la primera novela de Maitena, la historia de una chica que se tira de cabeza a la piscina para descubrir que el fondo estaba mucho más cerca de lo que pensaba. Aunque mucho no piensa; tiene doce años, es hija de una familia numerosa, católica y de derechas que vive en un barrio acomodado, y lo único que le importa es escaparse a la calle donde está su verdadera vida. Las aventuras y desventuras de esta miniadulta que todo lo descubre como quien ya todo lo ha visto transcurren en la convulsa Buenos Aires de los años setenta. Los rituales inútiles de los padres, las miserias entre hermanos, la relación ambigua con su amigo conductor de autobuses, el internado, su experiencia con los alucinógenos# todo va perfilando el viaje iniciático de una adolescente con hambre de vida que se exilia por voluntad propia de su colegio, de su familia y de su propia clase. Maitena logra dar vida a una voz cálida, ingenua y malvada a la vez, la voz de una niña que no puede dejar de transmitirnos su temblor y ese Rumble que al final de la historia se revela único.