En este exquisito relato, Patrizia Runfola emprende un viaje a Checoslovaquia para escribir una biografía del pintor Alfons Mucha, uno de los máximos exponentes del "art nouveau". Su encuentro con el hijo de éste, Jirí Mucha, y el descubrimiento de Praga, una ciudad con la dimensión de un mito, transforman poco a poco el sentido de su misión literaria. La vida del pintor, cuya popularidad se debió en parte a la gran actriz Sarah Bernhardt (a raíz de un cartel litográfico para una de sus obras), se convierte en el hilo conductor de una apasionante búsqueda entre dos mundos, dos culturas, dos ideales que se unen: el «París de fin de siglo», de Gaugin y de Strindberg, y la Praga mágica, capital de una secesión estética.