DONDE EL LENGUAJE no designa una realidad colonizada por la mente, donde no hay señales que indiquen una meta, donde se esfuman los sentimientos animales, donde los adornos son barridos por una corriente implacable, donde la única tabla de salvación es la conciencia pura, han naufragado el nombre, la edad, la identidad sexual, las alcachofas de dogmas y los espejos almibarados. En el espíritu asciende la materia, en la materia desciende el espíritu, el cielo pierde su azul y la noche su negrura. Los huesos y la carne del poeta devorado por el alma se pudren en el catafalco
de sus versos.
Alejandro Jodorowsky nació en Tocopilla, Chile, en 1929.