Golo, el impredecible protagonista de esta novela, podría sintetizar las cualidades de un perfecto anti enfant terrible del arte. Golo es hermoso y sucio como un dios desmañanado después de una orgía, un genio precoz y salvaje de la pintura, un vitalista imparable que reparte el día entre la pintura, las drogas y el sexo, pero sobre todo el sexo. En este libro hay dosis certeras de humor, pasión y vitalidad, goce por el arte y por la vida, así como una crítica feroz a un medio elitista que concibe el arte como una prenda de moda según los dictados de la temporada. Los episodios de la vida de Golo –contados por su amante gay de turno– se suceden a la velocidad del zapping televisivo, con la energía de una canción de rock o con la contundencia de un puñetazo en la cara. En esta su deslumbrante segunda novela, su joven autor deja claro que es un narrador de la mejor cepa de la reciente narrativa latinoamericana. En palabras de Sergio Pitol, atento lector del manuscrito, «Tryno Maldonado logra con extraordinaria maestría enlazar y fundir una literatura divertida y hasta delicada con un personaje irrespetuoso, subversivo, feroz y a la vez radiante. Un príncipe del sexo».