Tiene diez años. Vive en Worcester, una pequeña localidad al norte de Ciudad del Cabo, con una madre a la que adora y detesta a la vez, un hermano menor y un padre por quien no siente respeto alguno. Lleva una doble vida: en el colegio es el alumno modélico, el primero de la clase; en casa, un pequeño déspota. Los secretos, los engaños y los miedos le atormentan; el amor por la granja familiar y por el veld, las desnudas mesetas sudafricanas, le arraigan a la tierra. J. M. Coetzee vuelca todo su talento de narrador sobrio, mesurado y elegante en este relato lleno de fuerza, en el que evoca su infancia a comienzos de los años cincuenta; escenas de una vida de provincias donde la inocencia en su estado más puro y la violencia soterrada forman parte tanto de la propia historia como de la de Sudáfrica. Infancia es la primera parte de las memorias noveladas de J.M. Coetzee, que se completan con Juventud y Verano.