El norte de México y el desierto, el autor vuelve a sus territorios favoritos con estos cuentos de infortunio y gozo en los que relampaguea el humor. Así, en «El gusto por los bailes», nos encontramos con Rosita Alvírez, que una noche se fugó, porque ella quería justo aquello que su madre le prohibía, bailar. Dámaso, el protagonista de «Un cúmulo de preocupaciones que se transforma», tras una pelea con su mujer salió a pasear, y un inesperado torbellino cambió su realidad entera. «Crónica de una necesidad» es una historia de rivalidades sangrantes entre dos familias vecinas, «los feos» y «los guapos». Atilio Mateo, el burócrata de «Atrás quedó lo disperso», suele regalar El zafarrancho aquel de Via Merulana, de Carlo Emilio Gadda, a sus amistades, y todos pasan por experiencias terribles. Y en «Eso va a estallar», la aspiración del señor Fulano de Tal, que ha matado por lo menos a diez personas, es que sus horas de sueño tripliquen las de vigilia. En «El diablo en una botella», un grupo de amigos se reúne en la misma cantina cada semana hasta que uno de ellos comienza a recibir visitas diabólicas. Y en «Un camino siempre recto», todo comienza a torcerse cuando Arturo Garza asesina con su puñal a su empleado Cid Chavira. «La incidencia» cuenta cómo se cruzan americanas incestuosas, o insaciables, con un mexicano que les da clases de español. Julián, el niño de «Cualquier cosa va», juega a ser actor que interpreta todos los papeles, ante las burlas de sus primos, que ya montan a caballo. Y en el relato que da título al libro, sangriento, sarcástico y asombroso, hay una fiesta de narcos, cabezas cortadas en una hielera, dos grupos de música norteña y mujeres, y un fandango que va para largo... El otro gran protagonista de la literatura de Sada es el lenguaje. Porque como afirmó Roberto Bolaño, «él, sin duda, está escribiendo una de las obras más ambiciosas de nuestro español, parangonable únicamente con la obra de Lezama Lima».“Lindas mujeres, románticos corridos, comedias picantes y anécdotas en mitad del desierto, sin olvidar el macabro retrato de los cárteles mexicanos. Todas estas historias se dan cita en el desierto de la mano de Daniel Sada, uno de los escritores mexicanos más destacados” J.A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia “Buena parte de la belleza de los libros de Daniel Sada, quizá el mayor prosista mexicano de nuestra época, está en aquella voz que cuenta sus historias... En Ese modo que colma el trazo de las tramas de Daniel Sada es amplio, desértico: un empujón, un vuelco, un cambio grande, de aquí para allá, que transforma las cosas” Ana García Bergua, Jornada “Frases cortas y relampagueantes, situaciones chispeantes y desenlaces inteligentes. El lenguaje es el gran recurso de este potentísimo escritor tragicómico llamado Daniel Sada” Luis M. Alonso, La Nueva España “El escritor mexicano presenta un volumen de relatos que confirman su compromiso con el lenguaje y la literatura de alto vuelo...” Zona de Obras “La gran clave recurrente del libro la marca el propio cuento que le da el título y que lo cierra; esa orgía de sangre que él describe en una fiesta de narcos en la que no queda títere con cabeza y en la que el humor de Sada llega al sadismo aunque con su registro ligero” Iñaki Ezquerra, El Correo Español “Leer a Sada es un ejercicio demandante, pero también de los más estimulantes y divertidos que se pueda encontrar en la narrativa contemporánea” Rodrigo Pinto, El Mercurio (Chile)