Pocos dudarán en admitir que en la literatura española la «Fábula de Polifemo y Galatea» representa el testimonio más granado del género antiguo conocido como «epyllion» (poema épico de corta extensión). Sobre dicho bastidor del «poema heroico», Góngora va a presentar un carácter tan inesperado como revolucionario: frente a las gestas de los héroes opondrá un sensualísimo «triunfo de amor», frente a los catálogos de tropas describe un «bodegón» de productos pastorales, frente a espacios oscuros y temibles evocará el caluroso y aromático entorno floral de un paraje ameno, frente a la actividad guerrera cantará el ocio de unos pastores errantes en una isla devastada por el deseo. Presentándose en 1612 ante el público lector con un breve e intenso «epilio», le robó por siempre a Lope el honroso lugar de «príncipe» de los «poetas».