Fiel a su proyecto sistemático, el autor ha elaborado un tratado sobre el poder y sus dramaturgias. Recuerda que el atractivo de Maquiavelo deriva de su capacidad para hacer teoría a partir de figuras concretas de dominación, y en esto le copia. ¿Por qué se desea tanto el poder? ¿Cómo se consigue? ¿Cómo se mantiene? ¿Cómo se pierde? Centrándonos en el poder político, ¿cómo lo ejercieron los superpoderosos Augusto, Mahoma, los señores renacentistas, el papado, Napoleón, Hitler, Churchill, Stalin, Roosevelt, Kennedy, Rockefeller, las multinacionales? ¿Quién manda en el mundo? ¿Se puede hacer política manteniendo las manos limpias? Los filósofos clásicos no entendían el fenómeno de la obediencia. «¿Por qué tantos se someten a tan pocos?», se preguntaba Hume. Acaso en el alma humana haya un afán oculto de sumisión y otro afán patente de libertad. Hay una pasión de dominar y una pasión de ser dominado. Este libro apasionante explora los múltiples laberintos contenidos en un laberinto. «Interesantísimo libro para una época de crisis galopantes y poderes desatados» (Jesús Ferrer Solà, Turia).