Apreciada en su época por una minoría, fue James Joyce, amigo y profesor de Italo Svevo, quien subrayó por primera vez la extraordinaria calidad de esta obra, hoy mítica. Svevo nos presenta aquí, de un modo innovador y desconcertante, la historia de un hombre de negocios torpe y tristón, adúltero y, sobre todo, empedernido adicto a la nicotina. Para intentar dejar de fumar, su psicoanalista le recomienda que escriba sus memorias, cuyo resultado es este maravilloso libro.