La cabeza en las nubes (La testa fra le nuvole, 1984), galardonada con el Premio Elsa Morante, se centra en la figura del adolescente Ruben, un pelirrojo que cierto día hiere fortuitamente con una jabalina a su severísimo preceptor. A consecuencia de este dramático accidente, debe lanzarse a una huida, cercana a los percances de la novela picaresca, que le lleva a los oficios más variados y pintorescos: lazarillo de una ciega, especialista en escenas fílmicas de acción, jardinero, pinche de un barco que naufragará, para acabar —tras haber conocido el mundo de la homosexualidad, y también la camaradería, la pillería y el engaño— la dirigiéndose a América en el avión de su amigo Arturo. Ha llevado a cabo así su propio aprendizaje de la vida, y de la dureza de ésta, pero también le ha sido revelado «el nombre de aquel sentimiento que, a pesar de todos los pesares, permitía seguir avanzando con mirada curiosa y atenta». Este sentimiento —esta poética cuyo núcleo central aparece ya enteramente en la presente novela— es el mismo que, pasando por la crueldad infligida a los adolescentes en los relatos de Para una voz sola, hallará al fin las palabras sabias, terribles y sabias de la espléndida abuela que narra Donde el corazón te lleve, la siguiente novela de Susanna Tamaro.