Atticus O'Sullivan es uno de los últimos druidas que quedan sobre la tierra. Vive tranquilamente en Arizona donde regenta una librería especializada en ocultismo. Los vecinos y sus clientes creen que este apuesto joven irlandés tiene unos veintiún años, cuando en realidad tiene veintiún siglos. Sus poderes los obtiene de la tierra, posee un acusado ingenio y es el propietario de Fragarach, la que responde, una espada mágica. Pero un enfurecido dios celta perturba la paz que ha hallado. Durante siglos ha intentado hallar a Atticus para hacerse con su espada y ahora, por fin, lo ha hecho. El druida necesitará todos sus poderes y más para enfrentarse a lo que se le viene encima. Un poco de aquella «suerte irlandesa» -ya algo pasada de moda- no le vendrá mal, así como la ayuda de una seductora diosa de la muerte, una vampira y un hombre lobo.