«Entrada la noche, en un día ya lejano en que estaba a punto de cumplir la mayoría de edad, cruzaba la plaza de Les Pyramides en dirección a la plaza de La Concorde cuando salió un coche de entre las sombras. Primero pensé que me había rozado; luego noté un dolor agudo del tobillo a la rodilla. Había caído desplomado a la acera. Pero conseguí levantarme. El coche dio un bandazo y chocó contra uno de los arcos de los soportales de la plaza con ruido de cristales rotos. Se abrió la puerta y salió tambaleándose una mujer.» Así, con un joven atropellado en el centro de París por un Fiat verde, arranca Accidente nocturno.
La policía toma declaración a los implicados y después el joven es enviado a una clínica para que le curen la pierna. Mientras convalece, ese accidente le trae el recuerdo de otro vivido en la infancia y no logra quitarse de la cabeza a la mujer que lo ha atropellado. Al salir de la clínica decide emprender la búsqueda de la conductora, sobre la que tiene algunas pistas: un nombre, Jacqueline Beausergent, y una dirección, glorieta de Alboni. Y de este modo, en ese París convertido en territorio modianesco ?esa ciudad trazada a la vez sobre un mapa real y sobre otro que pertenece al territorio de la ficción, del mito?, se desarrolla una doble pesquisa: seguir el rastro de una mujer elusiva y rebuscar en el pasado del protagonista, a quien el accidente le ha avivado ciertos recuerdos.
La novela se estructura, pues, como una indagación detectivesca en la que no se investiga un crimen sino las incertidumbres de la juventud y la memoria que forja el relato de nuestras vidas, y en la que no se persigue a un criminal sino a una figura femenina que proyecta rasgos de otras mujeres... Accidente nocturno es una muestra del poder evocador de la prosa de Patrick Modiano y de su portentoso manejo de la ambigüedad y la incerteza como ejes vertebradores de una obra literaria insobornable y esencial.
«Los libros de Patrick Modiano no lo explican todo, su fuerza les viene de aquello que callan... Una novela elegante, perfecta» (Libération).
«Accidente nocturno sigue profundizando en el malestar de una generación, la de los niños nacidos de la guerra y que cumplieron veinte años en la década de los sesenta. A Modiano hay que leerlo como un espejo engañoso. En el corazón de sus frases nocturnas, se percibe el eco de su propia juventud» (Laurence Liban, L?Express).