Con motivo de la gran retrospectiva de Marcel Duchamp
que el pasado año acogió el Centro Pompidou de París, el
artista revisita su obra a lo largo de un recorrido ligero y
divertido a través de las ilustraciones de François Olislaeger
y al hilo de sus propios escritos autobiográficos.En forma de historieta, se narran las anécdotas y obsesiones
que persiguieron a Duchamp, artista flâneur y dandy
impasible, que hizo de su vida una obra de arte en sí misma.
Editado en un curioso formato que al desplegarse se
convierte en un friso ilustrado de seis metros de longitud,
esta publicación es, más que un libro, un objeto de
coleccionista.