En 1935 un mortal accidente perturbó la paz del pequeño pueblo de Albons, en el
Ampurdán. El príncipe Mdivani (flamante marido desde hacía dos años de la heredera
americana Barbara Hutton), famoso en la zona, conducía desde Mas Juny con la baronesa Thyssen. Iba a devolver a su amante, la baronesa, a los brazos de su marido. En una curva, el Rolls-Royce se salió de la carretera y se estrellaron. Él murió al instante y ella quedó inconsciente. Con ellos, casi como un personaje más, viajaba un maletín con tres millones en joyas de Maud Thyssen, que desaparecieron. Al cabo de unos días del accidente, el barón Thyssen, humillado, se presentó en el hospital de Girona en el que Maud estaba ingresada. La hermana del príncipe Mdivani, hizo todo lo posible para que no se conociera la identidad de la accidentada, pero no lo consiguió. Al escándalo de los adúlteros se unió una denuncia
del barón por la desaparición de las joyas. La baronesa, que se salvó, apenas recordará nada del accidente. La investigación policial no aclaró el robo.
Al cabo de pocos años, el progreso social y económico de ciertos payeses de la zona será incontestable.