La madrugada del 5 de octubre de 1934, en el contexto de una convocatoria de huelga general que fracasa en el resto de España, los mineros de Asturias se alzan contra las autoridades y toman el control de ayuntamientos y cuarteles de la Guardia Civil. Desde el gobierno de la República se opta por responder con toda la dureza posible para sofocar «la Comuna Asturiana», que duraría dos semanas. El balance fueron más de 2.000 muertos, 3.000 heridos y más de 30.000 prisioneros. Manuel Chaves Nogales y Josep Pla fueron de los primeros periodistas que decidieron acudir al lugar para contar los sucesos de estas dos semanas en las que se llegó a emitir moneda propia y ciudades como Oviedo quedaron destrozadas. José Díaz Fernández, que vivió los hechos muy de cerca, escribiría después una crónica explicando los motivos de la revolución fracasada. Tres periodistas en la Revolución de Asturias se edita ahora con el objetivo de recuperar un capítulo importante de la historia de España del s. XX.