Pete Fromm había pasado la adolescencia leyendo libros sobre pioneros y hombres de las montañas. Decidió estudiar Biología de la Vida Salvaje porque aparecía la palabra «salvaje», y lo hizo en Montana porque fue el estado menos civilizado que encontró. Pero nuestro autor apenas había hecho algunas acampadas y jamás había usado una sierra eléctrica. Un buen día le propusieron un trabajo en el Servicio Forestal: custodiar unos huevos de salmón en Indian Creek. A 40 km de la carretera más cercana. En una tienda de campaña. A 20º bajo cero. Durante 7 meses. Pete aceptó sin pensarlo, ¡era su gran oportunidad! Pasó la siguiente semana de una fiesta de despedida a otra, mientras trataba de hacer los preparativos como podía. Y entonces, sin haberse desecho aún de la resaca, comenzó la aventura.