Dos hermanos se mudan a Milán desde una pequeña ciudad de provincias en los años cincuenta, el periodo de la posguerra: Luciano y Marcello Bianchi, dos figuras opuestas pero complementarias. Ambos están convencidos de que la vida en una gran ciudad representa la única posibilidad de reaccionar ante la frustración y la sensación de impotencia que dejó la guerra. Ambos se involucran con grupos intelectuales y terminan trabajando en el mundo editorial. Bianciardi satiriza de manera despiadada las neurosis habituales de este mundo: las reuniones inútiles, las discusiones sin sentido y la excesiva vanidad de los intelectuales. Esta obra es una crítica amarga, pero también increíblemente divertida, de la industria cultural en Milán en el periodo del boom económico.