Los niños sienten una pasión natural por “descubrir” cosas; les encanta explorar todo y se sienten fascinados por los fenómenos físicos y atmosféricos que despiertan su curiosidad en la vida cotidiana: ¿Dónde está el sol cuando llueve? ¿Por qué ciertos objetos flotan? ¿Por qué se alternan el día y la noche? ¿Por qué existe el verano y el invierno? ¿Qué es el aire? Ante estos “porqués”, los adultos -bien sean maestros, educadores o padres- podrán responder simplemente, con una observación dirigida, con un experimento, o ayudando a los niños a realizar fáciles observaciones “científicas” a través de las cuales descubrirán que la ciencia no tiene nada de intrincado o abstracto, sino que es la interesante, y a menudo sorprendente, explicación de lo que nos rodea. A través de más de 50 experimentos, podemos guiar activamente a los “pequeños-grandes científicos”, en la comprensión de las propiedades del agua, del aire, de los efectos del sol y de la luna, en la explicación de los fenómenos atmosféricos, las nubes, la lluvia, el viento, y del tiempo cronológico, el día, las estaciones, etc. Las actividades son sencillas y se pueden realizar tanto en la escuela como en casa, o en ambos espacios a la vez. Son ideales para desarrollar en pequeño grupo, están descritas paso a paso y se acompañan de las preguntas y respuestas que el adulto puede estimular en los niños o que surgen con mayor frecuencia en la realización de los experimentos.