Un destacamento del ejército, al mando del general don Lope de Figueroa, llega a la localidad de Zalamea de la Serena para descansar antes de continuar su camino hacia Portugal. El general busca alojamiento para sus soldados en las casas del pueblo. A don Álvaro de Ataide, capitán de la tropa, le asigna la casa de Pedro Crespo, un rico campesino que vive con sus hijos, Juan e Isabel. A partir de este momento, se sucederán una serie de acontecimientos en los que el honor, la justicia, el amor y la muerte serán los protagonistas.